Jardines Comestibles
– Oye mi Rey, ya me harté del pasto. Todas las semanas tengo el ruido y humo de la podadora del jardinero, que además deja montones de basura en la calle. Tenemos pocas flores y mucho pasto, que no disfrutamos. ¿No puedes hacer un Jardín?
– Momento, espeté de inmediato, sujetando fuertemente mi cartera, ya que cuando me llama así, mi nombre es Reinaldo, es que quiere gastar en grande. ¿Qué has estado leyendo?, eso es un jardín.
Entonces Armida, inteligente y aguda, como es mi mujer, me disparó a matar:
– Hazme un Jardín de a deveras, como el de Calipso, no quiero las
Hespérides, pero sí al menos un espacio donde pueda oler una flor, saborear una hoja, comerme algo,
¡Quiero un Paraíso!
– Prefiero darte más, pero no te lo hago, mejor lo hacemos, y considera que en el Paraíso las manos se llenan de tierra. Jajaja, pensó que me emboscaba, pero yo ya sabía que Paraíso –paradeisos en griego– procede del término persa que significa “jardín”.
– Bien, hagamos un Jardín[1], y se hizo la Paz.
A diciembre de 2018, en Lomas de Cocoyoc había 6,272 lotes con casa y/o jardín. Todos tienen un espacio de área verde, mayormente césped[2]. Cada semana estas áreas consumen alrededor de 50mil horas de trabajo de propietarios y trabajadores.
Las tareas usuales son, reposición de la tierra erosionada, abonar, fumigar, podar, barrer y regar el césped, consumiendo cada año muchos millones de litros de agua potable de alta calidad.
Para realizar esta labor también se gastan ingentes cantidades de dinero en máquinas, aceite y gasolina, amen de vehículos de transporte para el personal, insumos y tirar los residuos.
Este cuantioso gasto culmina cuando el pasto; vigoroso, bien verde, hiper abonado y fumigado; se corta
… y se tira a la basura.
Y al igual que Sísifo, el ciclo se repite ad infinitum. ¿A quien puede satisfacer este trabajo?
Desafortunadamente mucho del césped es tóxico para el medio ambiente, ya que se usan químicos, como herbicidas, pesticidas y fertilizantes, en exceso de 10 veces más que en una plantación comercial. Estas substancias se incorporan al agua del subsuelo y ríos, se evaporan en el aire y causan, junto con el humo de las máquinas, contaminación, contribuyen al cambio climático y aumentan los riesgos de contraer cáncer, enfermedades del corazón y defectos en los fetos debido a nuestra exposición a ellas.
Esas substancias exterminan directamente abejas, cochinillas, escarabajos, hormigas, luciénagas y un sinfín de bichitos que son la base de la cadena alimenticia, es decir, los animalitos reciclan las sustancias orgánicas del suelo y las ponen, en sus cuerpos, a disposición de otros organismos superiores en la cadena. Así, ellos son el alimento de libélulas, lagartijas, ranas, pájaros, iguanas, mapaches, cacomixtles, tlacuaches, gatos, … y humanos. En resumen, si eliminas a los insectos destruyes el ecosistema del planeta y la vida como la conocimos.
Imagina que parte de los recursos dedicados a cultivar pasto se aplicaran a cultivar jitomates o espinacas o nopales, lo que quieras. Sin lugar a dudas, hasta el más inexperto hortelano con su modesta cosecha lograría algo de provecho. Pasaría un poco de su tiempo al aire libre, se ejercitaría y admiraría sus plantas, para, cerrando el ciclo, disfrutar su propia cosecha.
La comida es lo que nos da la fuerza y salud. Las verduras más sanas, limpias y sabrosas son las que puedes cultivar en tu jardín. Entonces:
¿Porqué no pensar en jardines comestibles?
Un jardín comestible es aquel pedacito de tierra que tiene plantas que brindan ornato, color, aromas y además, se comen, ¡son sabrosas! La belleza del jardín más depende del talento del diseñador que de las variedades que lo forman.
¿Has probado un jitomate de tu cosecha? Sí, me refiero a uno cultivado por ti, con esmero y paciencia hasta lograr, primero, un jitomate, tal vez pequeño, sí, pero fragante, colorido, orgánico y muy muy tuyo. Al primer jitomate le siguen muchos jitomates.
¿Has preparado una salsa con un chile de tu jardín? El chile es una planta muy noble, humilde, generosa y aguantadora que nos regala muchos, muchísimos frutos.
Estas plantas son idóneas para cultivar en nuestro jardín. Son pequeñas, se dan muy bien en nuestro clima y requieren menos atención que el pasto para regalarnos sus frutos, raíces y hojas.
Por supuesto, puedes cultivar tu propia ensalada y sembrar unas cuantas cebollas, espinacas, lechugas, verdolagas y zanahorias en un cuadrito de tierra cada una, todas al mismo tiempo.
Por otro lado, el agua no es ilimitada, algún día se acabará y se acabará para todos por igual, jardines chicos y grandes. Con el agua que riegas tu césped durante una semana bastaría para regar durante 3 semanas tu huerto casero.
No hace falta gastar una millonada, sino ingenio. En los siguientes artículos exploraremos temas y alternativas, todas de impacto positivo en tu salud, el entorno y tu cartera.
Contribuye a detener la destrucción de la biósfera[3], a detener el cambio climático que cancela el futuro para nuestros nietos, comienza hoy.
¡Sí! puedes tener un Paraíso en casa, cuantimás viviendo en el Paraíso de América.
¡Sigue esta serie de artículos!
Referencias y pistas para curiosos
1.- Mercedes Aguirre Castro. Jardines mitológicos y literarios. https://webs.ucm.es/info/amaltea/acis/docs/20120118_Aguirre_Jardines.pdf
2- Reglamento De Construcción Para El Fraccionamiento Lomas De Cocoyoc, Municipio De Atlatlahucan, Estado De
Morelos. Diario Oficial del Estado de Morelos, 4 de octubre de 2000.
Página 12:
Artículo 12.- La superficie cubierta no deberá exceder del 50% del área del lote …
3.- Greta Thunberg. https://es.wikipedia.org/wiki/Greta_Thunberg.
4.- Buscando en google.com.mx encontraremos un enorme bosque de referencias cuando consultamos:
square foot gardening
Lasagna gardening
SPIN gardening
Bio-intensive gardening
No till/no dig gardening